El acretismo es la inserción anormal de la placenta hacia la pared del útero.
La morbi-mortalidad materna y fetal pueden verse afectadas por este tipo de patología, que se evidencia en el último período del parto llamado alumbramiento (salida de la placenta).
La falta de desprendimiento de una porción placentaria lleva a una hemorragia grave que compromete la vida de la mujer sino se toman medidad quirúrgicas tan radicales como la extracción del útero.
Durante el embarazo, el acretismo placentario normalmente es asintomático, es en el alumbramiento en el que ocurre la principal complicación asociada a este fenómeno: la hemorragia materna.
La mayoría de acretismos ocurren en pacientes que han tenido cesáreas y cirugías uterinas previas, y es aún más frecuente cuando observamos una placenta previa durante la ecografía. Sin embargo, algunas mujeres embarazadas pueden presentar acretismo sin factores de riesgo.
El diagnóstico previo al parto va a determinar un mejor manejo de la situación. El método preferible es la ecografía transvaginal, mediante la cual el especialista valora la normalidad de la placenta y su inserción. En aquellos casos en los que la ecografía no es concluyente, se realizará una resonancia magnética de la placenta.
¿Cual es el pronóstico y tratamiento? Si existe un diagnóstico de acretismo antes del parto, se suele programar una cesárea con la finalidad de disminuir el sangrado.
El tratamiento definitivo para la placenta ácreta es la histerectomía tras la cesárea (extracción del útero), especialmente en mujeres que no desean tener más hijos o cuando la hemorragia no se puede manejar con otros medios: embolización de arterias uterinas, fármacos, procedimientos mecánicos (colocación de un balón que comprima el lecho sangrante).
En los últimos años se está planteando el tratamiento conservador, de tal manera que se dejaría la placenta ‘in situ’, con el objetivo de conservar el útero y los órganos vecinos, en el caso de que hubiera penetración y afectación de otros órganos y se contempla en aquellas pacientes que se plantean conservar su fertilidad; aunque dicho manejo aún tiene una eficacia extremadamente baja.